jueves, 20 de diciembre de 2007

Fábulas y reflexiones

Un señor va a visitar a un sabio y le dice:

-Yo quiero que me enseñes tu sabiduría porque quiero ser sabio; quiero poder tomar la decisión adecuada en cada momento. ¿Cómo sé para saber cuál es la respuesta indicada en cada situación?

-En lugar de contestarte te voy a hacer una pregunta: Por una chimenea salen dos señores, uno de ellos con la cara tiznada y el otro con la cara completamente limpia, ¿Cuál de los dos hombres se lava la cara?

-Bueno, es obvio, se lava la cara el señor que tiene la cara sucia.

-No siempre lo obvio es la respuesta indicada. Piensa de nuevo.

Pasaron 15 días...

El señor le dice al sabio:

-¡Qué estúpido fui! Ya me di cuenta: el que se leva es el que tiene la cara limpia. Porque el que tiene la cara limpia ve que el otro tiene la cara sucia y entonces piensa que él mismo también la tiene sucia. Por eso se lava. En cambio, el que tiene la cara sucia ve que el otro tiene la cara limpia y piensa que la de él también debe estar limpia. Por eso no se limpia.

-Muy bien, pero no siempre la inteligencia y la lógica pueden darte una respuesta sensata para una situación. Anda y piensa de nuevo.

Pasaron otros 15 días....

-Ya sé la respuesta! Los dos se lavan la cara. El que tiene la cara limpia, al ver que el otro la tiene sucia, cree que la suya también está sucia y por eso se lava. Y el que tiene la cara sucia, al ver que el otro se lava la cara piensa que él también la tiene sucia y entonces también se lava.

- No siempre la analogía y la similitud te sirven para llegar a la respuesta correcta....

-No lo entiendo...

- ¿¡Cómo puede ser que dos hombres bajen por una chimenea, uno salga con la cara sucia y otro con la cara limpia!?

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