Pero después de lo que me sucedió recientemente me he planteado seriamente poner una etiqueta "viajes" porque verdaderamente me pasan cosas sorprendentes.
Pensemos, ¿Qué es peor que un loco pintando como un niño de 5 años en el asiento de al lado tuyo en un tren?
Un loco en calzoncillos, en invierno, sentado en el asiento de al lado en un tren.
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Lo único gracioso de la situación -si es que había algo- era observar como se levantaba y se sentaba con una regularidad de dos o tres veces cada diez minutos. Ver a ese caballero paseándose por el tren en calzoncillos como si estuviera en su santa casa era una situación completamente tragicómica.
Algún día pasará alguna desgracia mientras viajo, porque es verdaderamente sorprendente cómo atraigo a los sujetos con desequilibrios mentales...
Escuchando: Rammstein mein herz brennt
