miércoles, 31 de marzo de 2010

La semana santa

Hace ya un par de años explique aquí y desde mi particular punto de vista qué es para mí la Feria de abril sevillana. Lo que escribí resultó ser bastante polémico -aún intentando no hacer mucho daño- y originó varias discusiones en aquel tiempo, con gente que esta de acuerdo conmigo y gente que está en desacuerdo conmigo.

Hoy trateré un tema aún más delicado por la pasión con la que lo viven algunos y porque es un tema al que nadie deja indiferente como es la semana santa.

Hagamos un liviano resumen...

¿Qué es la semana santa?
La semana santa es una fiesta religiosa que dura aproximadamente una semana. En multitud de ciudades españolas muchas hermandades salen a la calle en forma de procesión con nazaneros, bandas y llevando imagenes de Jesús y de la Virgen María.

¿Qué se celebra?
Se celebra/recuerda los últimos días de Jesús (pasión,muerte y resurrección).

¿Cúando empeza?
La semana santa va precedida de la Cuaresma y ésta, del miercoles de cenizas.

¿Qué es la Cuaresma?
Un periodo de 40 días que comienzan el miercoles de ceniza y acaban el domingo de ramos.

¿En qué consiste la Cuaresma?
Es un tiempo de reflexión acerca de los pecados cometidos, penitencias por ellos y perdón hacia ti y hacia los demas. No es un tiempo triste, como se dice por ahí sino un tiempo de oración.

¿Qué es el miércoles de ceniza?
Es un rito religioso que consiste en ir a misa donde el cura te impone restos de las cenizas de la quema de los ramos del domingo de ramos del año anterior en la frente, como signo de la caducidad del hombre en la tierra y comienzo de la penitencia. Su fecha varía según la Pascua y por ello varía la fecha de la cuaresma y con ello, la fecha de la semana santa.

Después de este breve resumen donde espero que no se me olvide nada, volvamos al tema.

¿Por qué no me gusta la semana santa siendo cristiano medianamente practicante?

La semana santa como tal verdaderamente me gusta, por lo que representa y por la tradición religiosa que arrastra con ella. Lo que no me gusta es la manera en la que se celebra por los siguientes motivos:

El primer de los motivos es el hacinamiento de personas, en su mayoría víctimas de la LOGSE, de la ciudad donde habito para ver cualquier hermandad.

El segundo de los motivos es porque creo que el valor de la fiesta religiosa como tal lo celebran muy pocas personas que van a ver semana santa. La mitad de los que son y dicen ser fervientes seguidores y se manifiestan como tales, de la semana santa o incluso me atrevería a decir, nazarenos o costaleros, no guardan la vigilia, no se confiesan en todo el año, no van a misa jamás e incluso no saben qué significa la semana santa aparte de tomarse su cervecita en su terracita y ver pasar "alguna". No procesan ningún valor cristiano, ni saben ni qué valores son.

El colmo del ridículo, de la desfachatez, de la ignominia se alcanza cuando un reducido grupo de las personas dentro del grupo anteriormente descrito, se jactan de ser ateos o agnósticos durante el año entero, de no creer en la iglesia ni en nada que se le parezca y en la semana santa se transforma, mutan, en un fiel seguidor de la semana santa, de aspecto impecable como si se fueran a casar, cruz en mano y libro de horarios en el bolsillo.

Eso para mí es una vergüenza inaceptable.

Y como es superior a mí, simplemente no voy a la semana santa, porque no me gusta cómo se celebra.

De manera que respeto las libertades individuales y colectivas de todas las personas sean quienes sean, respeto que la gente lo celebre como buenamente quiera y/o pueda. Pero dentro de esas libertades, esta la mía de sentir vergüenza al ver lo que muchos años he visto y he calificado antes.

Eso sin contar con las mujeres y hombres jóvenes vestidos como si fueran a entrar a una discoteca a las 4 de la mañana, jóvenes y no tan jóvenes consumiendo drogas, personas haciendo botellón y a 15 metros una hermandad pasando... y un sinfín de cosas, que hacen que muy a mi pesar, no me guste la manera en la cual se celebra.





Escuchando: Schubert - Ave Maria

miércoles, 24 de marzo de 2010

Excusatio non petita, acusatio manifesta

Anduve en una de las famosas bibliotecas de mi ciudad donde lo más raro, infecto e incomparable de sociedad se reune para estudiar o hacer como el que estudia.

Es verdaderamente sorprendente lo que te puedes llegar a encontrar en una biblioteca; desde gente que toma drogas o consumen alcohol a escasos metros de la entrada y luego entran a "estudiar" a gente que pasea los apuntes y/o libros para limpiar su conciencia y una vez que llegan se limitan a ocupar un sitio y salir fuera a pelar la pava.

Aún me he encontrado casos más raros. Por ejemplo, aquella persona que nada más abrir la biblioteca, a primera hora de la mañana entra el primero y enciende el ordenador. Y entonces entra en un bucle infinito cambiando de ventanas del navegador entre: Tuenti, Facebook, badoo y Ebuddy.
Horas y horas así, conectado a internet, golpeando las teclas como si le fuera la vida en ello. Ese tipo de personas es un clásico conocidos por todos...

Pero hoy ha sucedido algo que ha superado todo lo que he visto anteriormente en una biblioteca:

He llegado a las 16:15 horas a la biblioteca. Me he sentado a la derecha de una chica, presumiblemente más joven que yo, de aspecto limpio, aseado y saludable.
Frente a ella, un ordenador portátil que precisamente es el que la universidad de mi ciudad presta durante 4 años por 100€ con opción a quedártelo o bien lo puedes devolver recuperando el dinero depositado. Al lado del ordenador, un paquete de pañuelos de una conocida marca. Nada más.

Saco los apuntes, el netbook, el libro, me pongo a estudiar y la curiosidad de ver qué hacía la chica con el ordenador llama a mi puerta. ¿Miro? ¿No miro? ¿Debería mirar?¿Estará bien si miro? ¿Y si mi ve mirar?

La curiosidad gana y acabo mirando...

Bien, en la pantalla veo que esta viendo una TELENOVELA presumiblemente sudamericana y en una ventana más grande que ésta, tiene el famoso paint abierto haciendo figuras abstractas e indescriptibles que sólo un forense criminalista se atrevería a descifrar su significado.

¿Quién juega al paint aparte de niños de 10 años que no han visto un ordenador en su vida?


(Click para ampliar)



Lo más preocupante no es que estuviera perdiendo el tiempo, lo más preocupante era el nivel de concentración que alcanzaba; algo que verdaderamente me ha dejado atónito ya que no había visto en mi vida cosa igual.
Fruncía el ceño cuando quería un cuadrado y pinchaba en el círculo, se enfadaba cuando pintaba el pixel que no quería, bajaba el volumen de la telenovela que escuchaba a traves de los auriculares para tener todas sus capacidades psicomotrices para realizar una importante actividad como elegir el color para los cuadraditos y que fuera óptimo con el color de los circulitos.

Después de tanta tensión, seguía viendo capítulos tras capítulo de una abyecta telenovela que a dios gracias no sé cual es y seguía haciendo figuras en el paint, figuras que prefiero no recordar pues sólo hay un tipo de persona que desperdicia tanto tiempo en hacer figuras ininteligibles y prefiero no utilizar calificativo alguno, pues creo que esta bastante claro.


Lo grave, es que dos horas y media después ella seguía con sus dos actividades, sin importarle que nadie la viera. Yo, por prudencia o quizás por vergüenza torera me fui sigilosamente, para no importunar a tal bellísima persona.






Escuchando: Arctic Monkeys- Leave Before The Lights Come On

domingo, 7 de marzo de 2010

Quantus tremor est futurus

Algo que vengo observando indirectamente desde hace mucho tiempo, es la manera o la forma en que las experiencias -malas, casi siempre- cambian a las personas en según qué situaciones.

Lo primero que saco en claro y creo que va a ser la máxima que me guie en los tiempos venideros, es que cualquier tipo de experiencia mala o negativa es tan mala o negativa como nosotros queramos que sea. Cuantificar cuanto de negativa es la experiencia es la diferencia, el primer paso, y además es, algo verdaderamente poderoso si queremos salir rápidamente del pozo. Otra cosa es que seamos de moral distraida y de valores de barra de bar y no seamos lo suficientemente diligentes para analizar con claridad lo que esta ocurriendo, cosa que suele suceder a menudo.

Lo segundo y lo único que me jode de todo esto, es que no debería escribir tanto... o quizás tan poco; todo depende de cómo se mire, sempre teniendo la máxima precaución de no quedar varado en el MALIGNO término medio. El término medio es tan inefable, incoherente e ineficiente en tantísimas cosas... que verdaderamente me da asco sólo intentar pensar en ello.



Escuchando: Samuel Barber - Adagio for strings

lunes, 1 de marzo de 2010

Karma, ! Chúpate esa ¡

Era lunes, de noche y estaba solo en una conocida estación cercana a un centro comercial. Me dispuse a salir de la estación cuando vi un móvil en el escalera que subía acelerado y con bastante prisa y aún así paré, lo miré y lo guardé en mi bolsillo.

El móvil era un motorola como el de la imagen;



Anduve lentamente 5 minutos aproximadamente hasta que sonó el móvil y entonces ya tenía claro qué iba a hacer cuando sonara: devolverlo.

En esos cinco minutos, pude pensar qué hacer con el móvil. ¿Me podía beneficiar de alguna manera? ¿Qué estaría pensando la persona que lo había perdido? ¿Qué pensaría yo si perdiera mi teléfono? ¿El karma me castigaría si no hacía lo correcto? ¿Debería tirar el dado para decidir qué debía hacer? ¿El dueño/a me agrediría al intentar devolverlo pensando que lo había robado?

El móvil sonaba y un número llamaba: "Mi gordito móvil".
No sólo eso, el número estaba acompañado por la fotografía de un sujeto que presumiblemente era el novio de la señorita que había perdido el móvil en extrañas circunstancias.

Tenía que contestar y devolver el móvil.


He de decir que la conversación fue amena y algo tensa, y el resumen es algo así:


-Hola... creo que tengo el móvil de tu novia... me lo he encontrado en la estación...

-Si... tío es que...

-Estoy en la puerta del centro comercial, junto a la estación, si vienes te lo doy... (le interrumpo)

-Venga tío, estoy justo al lado, tardo 3 minutos, voy para allá corriendo..

-No hace falta que corras, espero a que llegues. Tranquilo, que te voy a devolver el móvil.

-Bueno bueno... no cuelgues... que ya voy para allá...

-Vale...



Cuando llego el chico, de unos 20 años, de apariencia normal que se asemejaba a la fotografía que había salido cuando llamaba, se le notaba que estaba nervioso, no estaba tranquilo del todo. Y yo tampoco.

-Toma el móvil, espero que tu novia se ponga contenta. No lo he abierto, ni he llamado ni nada.

-Enserio muchas gracias, tíos como tu quedan muy poco.

-Nada hombre, no pasa nada.

-Gente buena como tú queda poca, si nos vemos por ahí te debo un favor. Hasta luego.

-Hasta luego.



Y tranquilamente volví a mi casa andando, pensando en qué había pasado. Pensando en que había ganado la partida al karma.

Al menos ese día, hice lo correcto. Al menos ese día...



Escuchando: Tom Jones - Mama told me not to come