Una noche más que no puedo dormir. No poder dormir es una de esas cosas que más me jode la vida. Ya no es el no poder dormir, que también, sino estar en la cama dando vueltas, e inevitablemente acabar pensando en cosas. En cosas que quizás no merezcan la pena, cosas que no se deben pensar a ciertas horas, en ciertos momentos. Pensar en todo y nada es quizás igual de frustrante que querer ver las estrellas desde la ciudad (ya lo he intentado varias veces).
Algunos, que no todos, confunden el no poder dormir con el insomnio. Yo también lo hacía antes, al igual que confundía la alevosía con la casualidad, eufemismos con el relativismo, indiferencia con la apatía e incluso el deseo sexual con el amor. ¡Así era yo!
Aunque siendo realista, sigo siendo así… hay cosas que no cambian…
Muchas veces he comentado que el mejor momento para pensar es el momento que transcurre desde que te tumbas en la cama hasta que logras dormirte. Ese es el momento en el que seguramente cada uno se encuentre más relajado, más tranquilo y más indefenso con la conciencia. La conciencia que debe de ser muy sabia, sabe cuando atacar.
De igual forma, la teoría dista mucho de la eficacia real, aun sigo haciendo ejercicios de conciencia casi todas las noches y es una de las cosas que me ha ayudado mucho en los últimos tiempos (miento, nada me ayuda).
Conocer y tener la conciencia tranquila al 100% es una de las mejores cosas que te puede ocurrir en la vida.
Puedes marcarte los objetivos más competitivos de tal manera que aún fracasando, teniendo la conciencia tranquila puedes dormir por las noches. De la misma forma, si eres conocedor de tus buenas actitudes hacia los demás, siendo amable, agradecido, siendo lo que generalmente se conoce como “buena persona”, tendrás la conciencia tranquila. Así pues, si en cualquier relación, pasada-presente-futura, real o imaginaria, con posibilidades o no, haces todo lo posible y actúas de una manera formal y diligente, podrás tener una conciencia tranquila.
Quizás por todo ello, yo no pueda dormir ésta, al igual que otras muchas noches.
Escuchando: John Waite - Missing You