jueves, 27 de mayo de 2010

Me emborrachaba entre sus brazos...

Recuerdo con total claridad la primera vez que me dijeron a una tempranísima edad: "Niño no juegues con fuego ya que quien juega con fuego se acaba quemando".


Y puede que fuera por mi joven edad o por mi inefable e infinita curiosidad que sin duda jugué con fuego varias veces y como era de esperar, me acabe quemando. ¡Y vaya si me quemé!

Después de aquella terrible y dolorosa anécdota, trate de experimentar con otras cosas curiosas para mí y no encontré nada hasta pasado tiempo, mucho tiempo y encontre el hielo.


¿Quién no ha jugado con hielo alguna vez?


Con el hielo podía jugar cuanto quisiera, que no me podía quemar. El único inconveniente, si es que verdaderamente lo era, se producía conforme iba pasando el tiempo, ya que se deshacía y como es evidente, mojaba todo lo que tocaba. Aún no sabía que no eran inconvenientes...


¿Entonces qué me hizo fijarme en el hielo?


Siempre he pensado que las decisiones, los cambios en general y en los vicios en particular, se pueden evaluar muy rápidamente si se responde con total sinceridad a dos preguntas muy simples:

-¿Qué ha cambiado mi vida con la decisión y/o cambio?

-¿Hubiera sido mejor no decidir y/o cambiar?



En las primeras impresiones, el fuego puede parecer más interesante, mucho más bonito y espectacular que el hielo... el hielo es frío, soso, incoloro e insaboro. Pero al hielo si se le aplica la temperatura correcta, de una manera correcta y con un tiempo más que prudente, se convierte en agua, y el agua es mucho más calida que el fuego, mucho más tranquila de contemplar y sobre todo, menos destructiva. ¿Quién no ha pasado horas contemplando el mar o algún río y se le ha pasado el tiempo volando?


Aún no sé qué hubiera hecho si no hubiera conocido al hielo, pero lo que sé, es que ya estaba bastante hastiado del mísero fuego.


Y es que son cinco letras, sólo cinco, que me encantan.


Escuchando: Alan Parsons - Don't answer me



Escuchando: Arctic Monkeys - Mardy Bum

martes, 18 de mayo de 2010

Pretérito imperfecto

Las veces que he estado más cerca de morir no han sido en algún que otro accidente de coche o moto que por cierto, nunca se han producido mientras yo conducía, o en algún que otro viaje en avión o en alguna que otra paliza que me han propinado sin saber muy bien por qué sino por algún que otro problema de salud que bueno, me llevó a estar en la UCI algún que otro tiempo.

Cuando estas en situaciones similares, nunca piensa que te pueda pasar nada, siempre piensas: "Eso no me puede pasar a mí".

Entonces piensas y te das cuenta de los familiares que ya no estan, tanto lejanos como no tan lejanos, de los amigos que tristemente tampoco estan desde hace años y te das cuenta de que te puede ocurrir a ti.

En ese momento y de una forma verdaderamente inefable, piensas en que vas a vivir cada segundo como si fuera tuyo.

Y piensas eso, porque podrías vivir cada segundo como si fuera el último, pero entonces, seguro, ya no sería tuyo.



Escuchando: Muse - Thoughts of a Dying Atheist

domingo, 16 de mayo de 2010

Hay que tener claro lo que se desea

Aunque siempre queda la posibilidad de volverse hacia la estética, hacia lo etéreo, hacia lo normal y popular, hacia lo bohemio y vivir la vida como si fuera una mentira, una obra de arte.

Pero, ¿Para quién? ¿Para qué?




Escuchando: Beck - Everybody's gotta learn sometimes




sábado, 15 de mayo de 2010

Me repugna más y más y MÁS

-¿Crees en las casualidades?

-¿Y tú?

-Igual que en dios, creo, pero no lo he visto jamás.





Escuchando: Sopor Aeternus - Dead Souls

lunes, 10 de mayo de 2010

Prefiero una copa contigo que un lote sin ti

Cualquier día es diferente al anterior. No creo que pueda haber dos iguales. Siempre hay algún elemento diferenciador, por mínimo que sea, que hace que sea diferente.


Cada día tiene su afán y su objetivo y no hay que añadirle nada más, es suficiente con lo que nos tiene preparado.

Aunque muchas veces, no entendamos qué es.





Escuchando: Babyshambles - Delivery

sábado, 8 de mayo de 2010

Todo está dicho ya; pero las cosas, cada vez que son sinceras, son nuevas.

Una vez afirme de alguna manera que verdaderamente no alcanzo a recordar que la mejor música, la mejor canción, es la que necesitas escuchar en un determinado momento.

¿Y no es cierto que se podría aplicar el mismo razonamiento con las personas? ¿No es necesario estar con algunas personas en algunos momentos críticos y puntuales y con otras, simplemente no?

Una vez escuché un nocturno y poco después, simplemente tuve que ir donde tenía que ir, hice lo que tenía que hacer e intrínsecamente, lo hice de la forma que lo tenía que hacer...

Todo empezó así, como otras muchas cosas, casi sin saberlo, casi sin quererlo, casi sin saber cómo iba a acabar la tal vez efímera aventura que empezó con un dulce y cálido nocturno en un frío vagón de metro.

Y es que hacía tiempo que algo tan verde no me miraba tan pausadamente.

Escuchando: Janusz Olejniczak plays chopin nocturne op 72- n1

domingo, 2 de mayo de 2010

La mejor forma de salir de un apuro es confesar algo ilegal, inmoral o embarazoso

Yo francamente veo ventajas y desventajas:



Ventaja: Si pasas una noche con una mesita de noche, ya sabes que no puedes pasar una noche más aburrida.

Inconveniente: Tu autoestima baja 5 puntos.

Ventaja: Empiezas a apreciar la masturbación.

Inconveniente: Te das cuenta que es mejor masturbarte que tener sexo de esa manera.

Ventaja: Si superas el trauma, sólo te queda mejorar.

Inconveniente: Si no lo superas estarás marcado de por vida.



No sé, todo depende de cómo se mire...


Aún hoy, recuerdo la frase que me repetía a mi mismo aquella lejanísima noche: "Si no hay nada que hacer, no lo hagas aquí".


Y así me va. Y así me fue.



Escuchando: Gary Glitter - Rock'n Roll