El que lo da todo, no esta obligado a más

Es como la lluvia, a muchos les gusta oir y ver como llueve y, a otros, simplemente les gusta mojarse.




Escuchando: Beethoven - Piano Sonata No. 17

Ochenta y dos

No tengo miedo a la intensidad ni a la entrega ni mucho menos a focalizar el tema;

Tengo miedo a obviar, a suspirar y a olvidar.

Muchas veces el problema no son los pocos sentimientos sino todo lo contrario. El exceso de ellos.

¿Se Debe obviar los sentimientos para no perder el poco pragmatismo que tenemos?

¿Recuerdas el primer beso? ¿Recuerdas el último beso? Nunca puedes saber cual es el último pues no sabes realmente si será el último. Lo importante no es ser el primero, es sin duda, ser el último.


Escuchando: Bonnie Tyler - Total Eclipse Of The Heart

¿Se puede legislar el amor?

Una vez cuando era joven, alguien me pregunto: ¿En qué eres bueno?


Es una de esas preguntas, como tantas, que por mucho que pensemos pausadamente, por mucho que nos rompamos la cabeza buscando esa respuesta acertada que necesitamos, sólo encontraremos ansiedad, dudas, y nuevas preguntas.

Esa clase de dudas, esas molestias, esas preguntas sin responder son necesarias. Y lo son porque suponen un reto para conocerte a ti mismo, para explorar tu límite, para saber dónde estas. Saber dónde estas es infinitamente más importante que saber cómo estas. Sabiendo dónde estas, puedes averiguar cómo y por qué has llegado hasta ahí cosa que inequívocamente te ayudará a saber cómo estas ahora.

Y ese ahora es similar a la infinidad de cosas que son fáciles de aprender, pero difíciles de dominar, fáciles de explorar, pero difíciles de conocer como muchas personas que tenemos cerca pero sin ninguna razón aparente, miedo existente o alternativa plausible no nos atrevemos a indagar más de lo que lo hacemos.

Muchas veces me siento más triste que una tortuga con prisa y es que veo como muchas personas intentan compensar con ego, el ego que les falta.




Escuchando: Ben Harper - Faithfully Remain

Eres más simple que la bandera de Libia

Me encanta que me leas y que me critiques. Me encanta que me escribas comentarios aún sabiendo que no los voy a publicar.

Me encanta que te conectes desde los sitios donde no es habitual que lo hagas, para que creas que sé que no me lees o que no me comentas aún sabiendo como sé perfectamente que eres tú.

Me encanta todas las molestias que tomas, para nada.

Me encanta que sigas comentiendo los mismo fallos ortográficos años ha. Me encanta que uses las mismas coletillas de siempre. Me encanta que me comentes.

Me encanta todo, menos tú.


¿Se puede ser más simple? Se puede, pero no sé cómo.


Escuchando: Cinnamon Chasers - End Story

Ni lo hice ni lo volvere a hacer

Es curioso el numero de cicatrices que acompañan al recipiente en el que me ha tocado vivir. El mal llamado cuerpo que poseo, por suerte o por desgracia, ha sido testigo de toda clase de fechorias, despropósitos y barbaridades habidas y por haber que he cometido sin mesura de ningún tipo a lo largo de mi inóspita vida.

Lo único que se me viene a la mente cuando miro las cicatrices que me acompañan es el nivel de hijoputismo que llegue a poseer, que manejaba con una soltura verdaderamente peligrosa, cuando era joven. Cada cicatriz es una historia, una enseñanza, cada cicatriz tiene algo de mí. Recuerdo sin mucha alegría las cientos de veces que me he caído, siempre de las maneras más insólitas y peligrosas, cada una de ellas acompañadas de situaciones absurdas o en el mejor de los casos evidentemente peligrosas y entonces descubrí cuán de resistente es el cuerpo humano y lo que duele recuperarse de según qué cosas, ya que todo tiene consecuencias.

Algo similar ocurre cuando te golpean; las primeras veces crees, inocentemente, que te va a ocurrir algo gravísimo y que vas a sufrir unas lesiones importantísimas acompañadas de un dolor insoportable pero lo cierto es que no es así. Una vez más descubres lo resistente que puede ser eso en lo que vives.

Pero las cicatrices que no se ven, las emocionales, puede ser infinitamente más peligrosas que las otras. Éstas no se ven, no todas sirven para aprender algo y por si fuera poco -que no lo es- no sabes cuándo aparecen. Y ahí esta el problema.


Escuchando: U2 - I Still Haven't Found What I'm Looking For

Nunca dos letras dieron para tanto

Siempre al acostarme me pregunto lo mismo; ¿Qué tal el día que esta acabando? ¿Cómo planteo el día que viene? y ¿Qué y dónde es/esta el amor?

Sería muy atrevido decir que sé lo que es el amor porque realmente solo puedo tener un atisbo de idea, un esbozo de todo lo que quizás sea. Si el amor existiera he de suponer que sería un flechazo pues no podría ser una sensación que se pudiera describir. Sería una atracción, una adicción, no un capricho.

El amor no debe ser una sonrisa, debe de ser todas sus sonrisas, no debe ser su carisma, debe de ser toda su forma de ser. El amor debe de ser recíproco sino no sería más que otra obsesión insulsamente aderezada con las infamias del día a día.

Amor es sentir cómo pones a esa persona nerviosa con sólo estar cerca suya, con solo mirarla. Amor es despedirte de aquella persona y pensar dónde estará. Amor es acostarte en tu cama y pensar en su perfume, en lo lejos que está, en si pensará en ti...


El amor no es espectáculo, ni diversión,ni fiestas y copas. Eso es algo superficial y me consta que mucha gente lo apura, como se puede apurar todo en la vida, de manera efímera y errónea. Sin ningún resultado.

Somos muy distintos, no es nada nuevo, pero precisamente eso evidencia que nos podemos encontrar las veces que haga falta, hasta encontrarnos a nosotros mismos.


Escuchando: Travis - Closer

Ojala fuera más fácil o al menos, fuera

Hace poco alguien me pregunto si una persona podía cambiar. Seguramente sería una pregunta trampa, aunque me hizo detenerme para responder. Medianamente convencido y ataviado de un puñado de argumentos me apresure a responder que dependía de la circunstancia y la persona.

Ahora, días después, cuando ha pasado un tiempo prudencial para poder pensar en el asunto o al menos, pensar, he descubierto que los sentimientos cambian o mejor dicho, pueden cambiar. Pero lo que prevalece es la razón y la lógica. Eso no puede cambiar.

Aunque también es cierto que no puede cambiar lo que algunos desconocen, otros temen y aquellos, miran con recelo.



Escuchando: Led Zeppelin - Since I've Been Loving You

Stick together team

Me declaro moralmente insolvente, insolvente de facto, a causa de las acciones que emprendí en su debido momento pues no he sabido ser ejemplo de nada para nadie.

Aunque quisiera, no podría ser ejemplo de nada pues he sabido fracasar con un éxito desconocido en casi todo lo que me he propuesto como nadie lo ha hecho anteriormente. Aunque no quisiera, no he sabido destacar en nada en general ni en nada en particular, no asi como algunos lo han hecho notablemente muy a mi pesar.


He tenido sueños, sueños que algunas personas en la mejor de las ocasiones se han encargado de estropear. Amén de las veces que las cirscunstancias dictaban lo propio y no me quería dar cuenta. Uno nunca quiere darse cuenta.

Los sueños rotos, aquellos que se pierden efimeramente en la memoria, los que a la mañana siguiente no suelen ser recordados, los que se pierden con el viento de la memoria, son los que siempre tengo. Y algunos no se olvidan, aunque verdaderamente quisiera.


No sé si disfruto tanto de mi propia soledad por poder estar en silencio. El silencio que te ofrecen las horas muertas es una de las cosas mas relajantes y gratificantes que he experimentado en los últimos meses. Es sorprendente comprobar como cosas que antes pasaban desapercibidas, detalles inanes, ahora cobran una importancia más que relevante.

El soledad nunca pide nada a cambio, pues sabe que siempre va a estar ahí y tarde o temprano, te guste o no, vas a caer en ella.


Y es entonces cuando me declaro insolvente, por no tener no tengo ni sueños, pero a ella le da igual, a ella no la puedo olvidar...



Escuchando: Meiko - Reasons To Love You

Nunca olvido un polvo malo, un whisky malo o una mujer mala

¿Has metido la mano lentamente en el agua, un agua tibia, y la has sacado con la misma tranquilidad? ¿Has sentido cómo se escapa ese agua entre tus dedos, con esa pasividad y tranquilidad natural, con esa suavidad inimitable? ¿Lo recuerdas?

¿Has sentido alguna vez que estas andando hacia ninguna parte? ¿Has sentido que el recuerdo que tímidanmente intentas recordar con nostalgia es exponencialmente más insulso que lo que realmente pasó? ¿Lo recuerdas?

¿Has sentido que lo que esta ocurriendo es lo mejor que te ha pasado, aún sabiendo que es mentira? ¿Has sentido que te has intentando autoconvencer de muchas cosas, con escaso resultado? ¿Lo recuerdas?

Y es que son como esas cosas, esos detalles, esos actos involuntarios, esas frases manidas, esos no tan normales comportamientos que hacen que esa persona que en un principio te interesaba, provoque en ti de una manera novedosamente rápida, tu más profundo rechazo hacia ella.

Tengo que empezar a olvidar ciertas cosas con criterio, o al menos, a algunas personas aleatoriamente.


Escuchando: Mogwai - Scotland's Shame