martes, 27 de abril de 2010

Ferias, norias y móviles rotos

Voy a hablar de la feria con una serie de condiciones:

No voy a decir cúantas copas me he bebido.

No voy a decir cuánto me he gastado.

No voy a decir a qué hora he llegado a mi casa ninguno de los días.


¿Y entonces de qué cojones voy a hablar? Eso digo yo...


Bueno, la feria tiene algo especial, como Sevilla, o eso dicen y por ello... todos los años digo de no ir, pero siempre acabo llendo...

Quizás sea que me gusta esquivar caballos jugándome la vida cuando cruzo de calle en la feria como si estuviera en Manhattan en hora punta, o quizás sea la sorprendente habilidad ninja que se apodera de mí para poder esquivar los excrementos de los SAGRADOS caballos... o puede ser que me guste el PRECIADO albero del recinto ferial que te deja los zapatos y pantalones como si hubieras ido a la provincia de Faräh, Afganistán a combatir en la operación LIBERTAD DURADERA junto a los marines de los EEUU. No lo sé, pero siempre pasa algo.

Este año como novedad, me monte en la noria -no me refiero a la de teleciRco- a altas horas de la madrugada de un día que prefiero olvidar y con claros síntomas de embriaguez. Ésto último puede sonar bastante raro viniendo de mí, puesto que no bebo, pero se conoce que algún camarero malicioso debió echarme algo en el red-bull o en la coca-cola cuando estaba distraido, qué sé yo. Una vez montado en la noria comprendí que no fue buena idea; aquello comenzó a girar hasta elevarse miles de metros, subiendo y bajando a toda velocidad consiguiendo una aceleracion de no menos de 7G que mi cuerpo no podía aguantar. Pensaba que me iban a dar varios infartos y algún que otro marichalazo, pero SOBREVIVÍ. No sé cómo, pero lo hice.
Quizás he exagerado un poco el tema de la noria, sólo eran 6G y nada más que cientos de metros de altura...

Cuando me baje de aquel viaje del demonio y habiéndome asegurado de que mi capacidad psicomotriz y mis procesos congnitivos estaban al nivel normal, osea al 50% , me dispuse a demostrar científicamente el teorema de Arquímedes.

Después de comprobar que el móvil no flota en ningún tipo de liquido y mucho menos en aquel que te echa el malicioso camarero cuando le pides bebidas sin alcohol y aprovecha con alevosía que estas distraido para echarte todo tipo de bebidas alcoholicas que por supuesto, DESCONOZCO por completo, no alcanzo a comprender como acabó aquel líquido alcohólico que había en mi copa, dentro de ella. De cualquier manera, descubri que efectivamente el movil no flota ni en mi copa ni en la de mis amistades y puedo dar fé de que si el móvil se moja deja de funcionar y por ende, pierdes todos lo números de teléfono que habías guardado en la agenda. Eso sí, Arquímedes tenía razón, que es lo que importa.

Pero como digo una cosa digo la otra, si metes el móvil en líquido o líquido en el móvil y no enciende (cosa que ahora, parece bastante probable que pase), introduce el móvil en un tapper con arroz y cirralo un par de días poniéndolo al sol.
No miento si digo que el móvil recobró la vida cual Lázaro, pero con tan mala fortuna que sólo se ha jodido la función de vibrador que huelga decir, es la ÚNICA que utilizaba. Tengo mala suerte hasta para eso.


Pero eso no es lo importante, lo importante como siempre, son las personas con las que te rodeas.
Así que, todas las ferias seran iguales, la misma temática, el mismo procedimiento, el mismo horario pero lo único que puede cambiar son las compañias.

Y quizás eso sea lo mas importante.



Escuchando: Muse- Hysteria

domingo, 18 de abril de 2010

No voy a vivir para siempre (II)

¿Hay mayor cárcel que la limitación autoimpuesta de ser nosotros mismos?


Sí, la hay. Y es que ésta se actualice día a día inexorablemente sin que tengamos oportunidad de huir de nosotros mismos.




Escuchando: Aphex twin - Vordhosbn

sábado, 17 de abril de 2010

El tiempo nunca cambia (a tu manera)

Hace unos meses escribí la guerra nunca cambia donde hablé un poco -más- acerca de la confianza y puse un tema de Carlos Santana.
Hoy voy a hablar de un tema un poco distinto y voy a poner una canción de un género que verdaderamente no suelo escuchar, pero que me parece bastante óptima para la ocasión.


La verdad es que no fue a mi manera -ni siquiera sé si tengo "manera"- pero tampoco quise que lo hubiera sido. Simplemente quería que fuera a tu manera, quería muchas cosas, quería... Y lo quise tarde, como siempre, tarde. Y es que pocas cosas son a mi manera y muchas menos, a tiempo.

Lo único que tengo claro, es que el tiempo es el que es, es finito y él no cambia. Simplemente fingí que había pasado mucho tiempo -o ninguno- y por ello simplemente fingía que no había tiempo... y aún así no era suficiente.

Yo seguiré fingiendo pero dudo que él pueda, y mucho menos quiera, fingirme a mí.

Y a pesar de todo se me queda ese sabor de boca enrarecido, inefablemente amargo, que se funde con ese olor tan característico y único tuyo, que aún hoy no puedo explicar.

Entonces sólo queda una cosa: ¿Ella es propietaria de aquella esperanza que soy incapaz de satisfacer por mí mismo?


No lo sé. Sólo sé que soy falible, pero eso tampoco es novedad.


Escuchando: Siempre Así - A mi manera

martes, 13 de abril de 2010

Amor precocinado, sevillanía y víctimas de la LOGSE

El amor precocinado se puede comprar en cualquier tienda, gran almacén o similar.

Es bastante simple el proceso de compra, básicamente es como con cualquier otro producto, eliges el amor que más te convenga o el que más te guste, abonas la cantidad que cuesta (cuidado, no todos cuestan igual) y sales del comercio en cuestión. ¿Fácil no?

Una vez que lo tienes ya sólo tienes que abrirlo y cocinarlo cuando desees. Huelga decir que puedes cocinarlo cuánto quieras y cómo quieras; hay infinitas opciones de personalización.

El amor precocinado es así, un sentimiento universal... aunque el problema viene cuando esperas amar y ser amado.

La experiencia humana, se está perdiendo poco a poco por culpa del consumismo salvaje de amor precocinado que nos invade.Es una lástima porque ya muy poca gente sabrá y entenderá lo que es sentir que se esta compartiendo algo que quizás nunca más se vuelva a producir. Y con ésto me refiero al sinfín de momentos que con total seguridad y sin miedo a equivocarme puedo afirmar que no se volverán a repetir.

¿Para qué sentir? ¿Para qué sufrir? Eso no está de moda.

Evidentemente no espero que todo el mundo entienda lo que estoy comentando, menos aún que lo apoyen, pero el déficit intelectual creado por el sistema educativo, la moral de barra de bar con la que nos bombardean los medios -sobre todo, la televisión- hace que sea una tarea ardua y molesta hasta la saciedad.

Porque pensándolo bien, la mayoría de la gente que veo por la calle, en el autobús, en la carretera, en el metro... en cualquier sitio, son personas aparentemente normales. Lo curioso es que todas ellas tienen algo en común: se agobian y entristecen. Huelga decir que eso a mí no me ocurre porque ese es mi estado natural. Pero el de ellos no.

¿En qué mente enferma, soberbia y extremadamente hedonista cabe pensar que todos tenemos derecho a ser felices?

Nadie nos enseña a ser felices.

Si estas agobiado, triste o mejor aún, sientes que tu vida no vale la pena o que tú mismo eres una mierda, seguramente es porque esa persona está acomodada totalmente y tiene todas sus necesidades cubiertas y no ha tenido un puto problema serio en su vida.

Y todo eso se traduce en el amor.


¿Puede que me equivoque? Sí, puede que si. Pero dime, ¿Es lo mismo amar que observar a dos personas que se aman?

Se puede explicar el amor, pero el verdadero amor no se explica, se vive, se ama.
La mejor forma de conocer qué es el amor es perder toda capacidad de raciocinio y con ello perder la razón porque el amor no es nunca un hecho racional, y si lo es, ya no es amor, es otra cosa.

Eso ya es amor precocinado.




Escuchando: Devotchka - How it ends

miércoles, 7 de abril de 2010

Viajes... siempre puede ir peor

Me ha pasado de todo viajando, literalmente, de todo. Muchas de las cosas que me han pasado no las escribo aquí por vergüenza o pudor pero verdaderamente me han sucedido cosas que rallan lo peligroso y lo absurdo. !!Podría escribir un libro sobre ello¡¡ Quizás un día me anime...

Desde movidas con los móviles y sus conversaciones a gritos de otras personas (Link) , mujeres jóvenes de países del este intentando hablar conmigo (Link) o mujeres de etnia gitana que intentan casarme con su hija de 13 años mientras viajo en autobús (Link) pero hoy voy a contar algo diferente, algo más raro, algo más peculiar, algo más acojonante.

Se supone que en tren se pueden transportar mascotas siempre que vayan en jaulas y no sean mayores de 6 kg y cito textualmente de la web de RENFE "Los animales son tolerados para su transporte si no se oponen los viajeros o se producen molestias a los mismos. El dueño se hará responsable de las molestias y daños que estos puedan ocasionar".

Me siento en mi asiento con normalidad y me acomodo. ¿Qué me tocará en la lotería del asiento de al lado? En el asiento de al lado, un hombre de complexion normal, aspecto normal, de unos 40 años pero tenía sorpresa, como los kinder: Una jaula con un perro dentro.

No pasa nada -pensé-

Pero si que pasa.

El pobre perro, al ver el ruido y el movimiento del tren se puso a ladrar-aullar-llorar durante horas, sin descanso. No entiendo como algo tan chico tiene tanta resistencia ni tanta capacidad de hacer ruido. Es increíble. Debería ser motivo de estudio.
Pero más increíble era observar al dueño como estaba leyendo tranquilamente mientras que su mascota molestaba a todo el vagón, una muestra más del poco civismo que vengo padeciendo año tras año.


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Pero bueno, me arme de paciencia como un santo y subí el volumen de mi excelso iPod. ¿Qué más podía hacer?

Podía cambiarme de asiento. ¿Podía...?

DEBÍA
cambiarme de asiento como fuera y lo más alejado posible de aquella criatura poseída por satanás. Y así lo hice, me cambie a la fila de la derecha lo más alejado que pude con los asientos vacíos que había disponibles.

Entonces pensé: ¿Puede ir algo peor? Siempre puede ir peor, siempre.

Cuando iba por la mitad del viaje, en una de las paradas y aún con el perro ladrando como si lo estuvieran torturando o se fuera a acabar el mundo -aún no tengo muy claro el por qué- subió al vagón una mujer invidente acompañado de un perro guía.

¿Qué puede ocurrir si se sube un perro "suelto" a un vagón donde se encuentra un perro psicótico que hace 2 horas que no para de ladrar como si la vida le fuera en ello?



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Pues para sorpresa mia, el perro guía de la señora invidente no se inmutaba, era el ser que iba más tranquilo en aquel maldito vagón. Mientras, el otro perro ladraba -aún- con más fuerzas. Desde aquí felicitar la labor que realizó el interventor-revisor ya que no le dijo absolutamente nada al dueño del perro. Muchas gracias, es usted muy diligente en su trabajo. Nótese la ironía.

Después de mi indignación hacia él, hacia el dueño del perro, hacia el perro, hacia RENFE, hacia el diseñador de los putos vagones "Serie 449" y hasta el último obrero que había puesto el último tornillo de aquella máquina de tortura llamada vagon, después de todo... me relaje. Y entonces tome la determinación más ERRÓNEA de toda mi mísera vida: Cambiarme de vagón.

Me cambie de vagón y el ruido del perro ladrando era notablemente menor, y me acomode en un asiento ubicado junto a la ventana... !Podía ver el paisaje y todo¡ Todo era tranquilidad y paz. Hasta pude comerme medio bocadillo y una lata de coca-cola. La mejor coca-cola de toda mi vida.

Pero el calvario volvió cuando una persona se sentó a mi lado. Era una varón, alto, de unos 50 años o quizás más con unas pintas verdaderamente siniestras: parecía sacado de una película de los años 40 y presumiblemente era un enemigo de la ducha.

Hasta ahí, todo normal, todo tolerable. He visto a personas muy raras y bueno, todo entraba dentro de la "normalidad".

A los pocos minutos de sentarse sacó una carpeta con folios y un estuche con lapices y colores. Poco después sacó un folio y pinto una casa, un sol... todo ello con trazos muy infantiles, parecía que el dibujo lo realizase un niño de 7 ó 8 años como máxmo con la única peculiaridad de que todas las personas estaban MUERTAS. Sí, muertas, con sangre... con sangre roja proveniente del lápiz rojo...

¿Qué tipo de persona dibuja cosas así?

Cuando acababa con un dibujo empezaba con otro de la misma índole, casas, montañas, nubes, soles, árboles y gente muerta. Mucha gente muerta, y mucha sangre.

Entre dibujo sacaba una radio transistor de las antiguas, de las que tenían pilas, se la pegaba a la oreja a todo volumen y se limitaba a escuchar INTERFERENCIAS. No escuchaba ninguna emisora, no escuchaba a nadie,no había música... sólo interferencias.

La cosa empezó a ponerse fea cuando me pilló mirando los dibujos y ahí empezaron a vivirse momentos TENSOS cuando él me miraba fijamente y yo rápidamente miraba a otro sitio intentando disimular. Y cuando digo tensos, quiero decir tensos, de tensión, de no saber qué cojones hacer o dónde meterme...


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He tenido viajes difíciles. Recuerdo un trayecto Barcelona - Sevilla en avión que pensaba que no lo contaba, pensaba que se caía el avión de las violentas turbulencias que estabamos sufriendo. También recuerdo un trayecto Malaga - Sevilla en autobús, de madrugada en el cual yo estaba con fiebre moderadamente alta y me sentía verdaderamente mal y no pude pegar ojo. Pero lo sucedido aquella tarde supera con creces todo lo demás. Lo supera por mucho, por muchísimo.
El peor viaje de toda mi vida.


Y es que aún recuerdo su rostro...


Escuchando: Jhonny Cash - Cocaine blues

domingo, 4 de abril de 2010

Recuerdo cómo era... pero olvide dónde estaba...

La filosofía en su contexto más amplio no me ha servido practicamente de nada en la vida, de nada. He leído a muchos filósofos, me han obligado a estudiarlos, me han inculcado ideas suyas... de hecho, nos las meten hasta en la sopa en películas, marcas, empresas e incluso en la publicidadad... pero nunca sirve de nada.

Uno puede tener su propia filosofía, pensar sobre la vida, sobre el amor, sobre la amistad... !sobre lo que sea¡ puedes sacar conclusiones casi de cualquier cosa y, al final, no sirve de nada. Lo que puede sonar contradictorio teniendo en cuenta que esto que escribo -el blog- podría llamarse "mi filosofía de vida" así como algunas de las cosas que me ocurren, pero es lo que hay. No sirve de nada, excepto para debatir, para charlar tranquilamente o para focalizar en según qué temas.

Puedo llegar a comprender a esas personas que con más o menos acierto tratan de protegerse mediante la indiferencia, de determinados situaciones"embarradas" de dudosa rentabilidad. Sin embargo la vida no esconde grandes secretos ni reserva grandes sorpresas, como nos quieren hacer creer con el cine comercial o con la literatura moderna.

La vida es así y las heridas duelen. Y duelen ahora, hoy y posiblemente te duela mañana también. Así es el dolor.

La vida es así y la muerte... es simple: Te mueres, y te mueres para siempre, y no hay más que hacer.

La vida... es así... y el amor... casi siempre es un poco tibio y necesariamente redentor ya que muchos buscan eso en él, para escudarse en él de todos sus problemas pues creen que puede ayudar a justificar un poco todas sus miserias.
Pero más interesante es el amor plátonico; Aquellas personas que confundiendo el amor platónico con el amor real creen que ya han vivido todo. Las sensaciones que describen respecto a aquellas chicas o chicos que le gustaron en el pasado son auto generadas, ficticias, fruto de la incomparable frustración y la implacable soledad. Tienden a idealizar aquello que se desea pero que no se consigue. Es verdaderamente admirable el ejercicio de imaginación que hacen.


Resumiendo, sé que a la gran mayoría de la gente le importa una mierda tanto el blog como mi persona. Y la verdad que no me importa.
Verdaderamente si yo no fuera yo, si fuera otra persona, no creo que me interesara en él ni en mí, al igual que a mí no me interesa en absoluto la vida de los demás salvo un reducido grupo de personas.

Pero ese grupo de persona es tan necesario para mí, que verdaderamente vale la pena que el día de mañana llegue, si es que llega.


Escuchando: Vitalic - Second Lives


sábado, 3 de abril de 2010

I never saw a wild thing sorry for itself

El día en el cual todos mis problemas y todas mis inquietudes se pudieran solucionar con una cantidad finita y concreta de dinero, es que voy en la dirección correcta o posiblemente he llegado a donde quería llegar.

Y llegará, seguro, llegará.

Todo llega.



Escuchando: Lynyrd Skynyrd-Free Bird