Como todo, lo más bonito es el principio, salvo una cosa, en la cual donde se concentra lo mejor, es al final...
Porque seamos serios, hoy en día las parejas en particular y el amor en general es mucho más complicado que antes.
Ahora, conoces a muchas más personas, se viaja mucho más y con la comedia-romántica adoctrinando día y noche jóvenes inocentes que luego intentaran igualar y
EMULAR esos finales inalcanzables con su media naranja... y claro, llega la decepción. Y todo llega y
todo se recuerda.
Y recuerdo, como me engañe un día sin importancia, logro ver perfectamente cómo me mirabas y recuerdo el perfume que sutilmente dejaste caer horas antes en tu piel.
Recuerdo a la perfección también, como te paraste en la escalera que bajaba al infierno y subía al cielo mientras, él nos miraba pasivamente escondiéndose poco a poco, como hace cada día sin dar explicaciones a nadie.
Recuerdo como el ruido de los trenes, marcaban el paso del tiempo, y con él, la sensación de tranquilidad absoluta, me invadía poco a poco.
Pero también recuerdo, cómo el frío de tus mentiras penetraba en mí, haciéndome ver
fantasmas del pasado por razones que huelga explicar y que por supuesto no voy a dar.
Recuerdo, como al confianza se fue marchitando de la misma manera que se fue acabando el juego al cual jugábamos, pues todo era cuestión de azar y a mí me encanta el azar. Pero no tanto la
mediocridad.
Porque bueno, rodearte de una persona que cree estar mucho más alto de lo que realmente esta, es difícil, pero lo verdaderamente difícil es disimular para no romper esa frágil ilusión que le ha llevado a pensar enfermizamente que es lo que no es.
-!Ah, yo qué sabía¡-Bueno, qué le vamos a hacer.Hombre sinceramente, ahora, si me diesen a elegir entre estar contigo o que me hicieran daño la cosa se plantearía fácil; al menos, una opción no me cuesta dinero.
Escuchando: Bunbury - Puta Desagradecida