Muchas veces.... (1)

Aún recuerdo como unas de las más graciosas de las anécdotas acaecidas en Escocia… Realmente me hizo mucha gracia. Me explico;

Andaba yo en un pub, con la única compañía de mi morena pinta de guiness. Con el paso del tiempo, he descubierto que la única que no me abandona es ella, pero eso es una cosa que no viene a cuento, aunque ya me extenderé más adelante si procediese.

Volviendo al tema en cuestión, estaba sentado viendo un partido de futbol que ciertamente no recuerdo cual era, siendo así, irrelevante. En mi visita en el bar, descubrí que en una de las paredes había alojada una maquina de música, era una versión moderna de los tocadiscos de antaño.

Su aspecto era de medio metro por medio metro, con una pantalla que cubría toda la maquina. La pantalla era táctil, para así poder manejar con mayor celeridad y facilidad en los distintos menús que tenía el software que venía instalado en aquella maquina. La forma de funcionar de la maquina, era de lo más sencillo. Con una libra podías elegir una canción, con dos libras tres. Me acuerdo perfectamente de algo; Si la maquina no tenia créditos (ergo, nadie había introducido ninguna moneda) el camarero que había atendiendo la barra podía poner la canción que prefiriese.

De aquella manera, el camarero era dueño y señor de la música en todo el pub, hasta que aparecí yo. Inocente de mi, al recibir la vuelta de la pinta pensé en gastarme las 2 libras que me habían sobrado del billete de 5, el caso era probar tan novedosa y afrodisíaca máquina. La idea era sencilla, acercarme a la maquina, introducir una moneda e intentar interactuar con ella. Y así fue. Introduje la moneda, y busque –sin éxito- algún cantante o canción de habla hispana. Mi gozo en un pozo –pensé- , no había nada parecido a lo que estaba buscando. La vil máquina, no guardaba entre sus entrañas ninguna canción de ningún cantante español. ¿Cómo era posible que no tuviera nada de Julio Iglesias o de chiquetete? ¿En qué mundo vivimos? Me resigne.

Pero ya había introducido la moneda, ¿Qué podía hacer?

Busque alguna canción que no fuera española. Busque una canción de Pete Doherty-Albion, efectivamente, estaba…. Busque un par de canciones más de dicho autor.. Me senté con una sonrisa de oreja a oreja mientras escuchaba aquellos temas. Mientras escuchaba la música, disfrutaba de mi cuasi soledad con mi morena. Recuerdo ese estado, ese efímero momento de no más de 10 minutos, como lo más cerca que he estado del nirvana, incluso mejor que el sexo, lo prometo, increible.

Acabaron las canciones y seguí pensando en mis cosas, viendo el futbol e intentando cotillear sin éxito, en conversaciones ajenas.

Cuando mire al camarero, un muchacho de unos… no más de 30 años, con varios tatuajes, pelo largo, muchos piercing y una mirada de pocos amigos. Me miraba fijamente, le mire, se produjo lo que viene siendo el clásico duelo de miradas, de algo más de 5 seg de duración. Como era evidente, él gano, jugaba en casa…

En ese momento descubrí que no le caía bien, no sabía si por mi pésimo acento inglés o porque las canciones que le había ordenado a tal preciada máquina no habían sido de su agrado. Pronto sabría porque.

Continua en Muchas veces....(2)

Escuchando: Garbage - I Think I'm Paranoid