Hace poco, –casi- todos hemos sido testigos de una de las mayores estafas económicas de los últimos años, el caso madoff.
El caso se fundamenta en lo que viene siendo la estafa piramidal. La estafa piramidal se define en ofrecer altos beneficios en poco tiempo y casi siempre, te “imponen” llevar nuevos “inversores” para así poder recuperar tu inversión antes o incluso ofrecerte un beneficio mayor.
Intentaré explicarlo con mayor claridad;
Digamos que 100 personas invierten 1.000€ euros cada una. El gestor le ofrece un 50% de beneficio anual y la única condición es que lleve a dos inversores más consigo.
El gestor ya tiene 100x1.000= 100.000€ en la saca con el dinero de los primeros inversores.
Y como los inversores han visto que es un negocio redondo en estos tiempos de crisis, llevan cada uno a sus dos amigos para que también hagan su magnífica inversión.
200x1.000= 200.000€
Con el dinero de éstos, el gestor que es SOLVENTE, ofrecerá beneficios AHORA MISMO a los primeros inversores.
200.000 – (50% de 1.000 + 1.000)*100 = 200.000 - 150.000 = 50.000€ más para la saca del gestor habiendo pagado ya los beneficios a los primeros inversores.
Los primeros inversores ya han visto su beneficio y están contentos, y la segunda generación de inversores tan pronto lleven a dos amigos más también lo verán. Lo que no ven, es que sus “amigos” son quienes pagan sus “beneficios” y que su dinero seguramente este en algún paraíso fiscal del “gestor”.
Cuanto mayor sea la pirámide de inversores y mas amigos lleven, mayor será el fraude y mayor será el beneficio del gestor.
El problema viene cuando la gente se empieza a poner nerviosa y quiere su dinero (no los beneficios de éstos) es entonces cuando el gestor no puede devolver el dinero de todos y todo se viene abajo.
Aunque esta estafa es más antigua que el timo de la estampita, sigue funcionando hoy día. Pero lo más preocupante no es eso, lo más preocupante es de la manera que me recuerda este tipo de estafa a las relaciones personales.
Uno lo entrega todo engañado por promesas o cegado por falsas apariencias con la esperanza de obtener un gran beneficio. Pero la realidad es otra, la realidad es que te harán daño y tendrán que venir unos amigos a arreglar el asunto. Y a éstos, con total seguridad les pasará lo mismo tarde o temprano.
Y lo peor de todo, es que yo lo veo claro.

Escuchando:
Lisa Loeb - I do