domingo, 2 de noviembre de 2008

Hacer lo necesario y hacer lo correcto no siempre son cosas que van de la mano

Estoy solo en una ciudad que desconozco, empieza a anochecer y mi única pertenencia es un mapa que no alcanzo a comprender.

Tengo un reloj que no avanza y una ropa que no puedo reconocer como mia.

¿Cómo podría no tener miedo?

Entonces leí en un cartel, en la lejanía:


"En la vida todos tenemos un secreto inconfesable, un arrepentimiento irreversible,
un sueño inalcanzable y un amor inolvidable"

Y esbocé una sonrisa;



En aquel momento, me sentí tranquilo, calmado y aparentemente seguro.


Secretos inconfesables tengo muchos y gracias al karma mi discreción es equiparable a ellos. Un arrepentimiento irreversible… si que tengo, aunque más bien tengo dos –docenas-…

Sueños inalcanzables no tengo ninguno, bien porque ya he conseguido lo que me he propuesto o bien porque creo que puedo conseguirlos (hoy me levante con alta estima).

Y amor inolvidable, no tengo. Simplemente creo que no existe amor alguno que no se pueda olvidar.


Huelga decir, que después de leer el cartel descubrí que estaba en un lugar que no recordaba, que no tenía importancia alguna que se hiciera de noche y depende de en qué situaciones no importa cuales sean tus pertenencias.


Escuchando: Barry White - Let The Music Play

No hay comentarios: