domingo, 18 de enero de 2009

Cerca del final

Cuando efímeramente me siento feliz, me basta con pensar que esa felicidad no va a durar mucho, para que cese de inmediato.

Aquella sensación, no se detiene en absoluto porque las condiciones exteriores con las que se ha producido cambien, sino solamente, porque yo mismo tomo conciencia del hecho de que esas condiciones exteriores van a desaparecer pronto con total seguridad.

Y tan pronto me doy cuenta de que ella (la felicidad) va a dejar de existir y de que aquellas razones exteriores no se han interrumpido, no puedo hacer más que entristecerme.
No sólo eso, me entristezco y caigo una y otra vez en el mismo bucle del que no consigo salir.


Escuchando: Chopin nocturno op 55

1 comentario:

David dijo...

Hay dos nocturnos op.55 el op.55, 1. y el op. 55, 2.Todos los nocturnos de Chopin les ocurre lo mismo excepto los póstumos.