Además de la parte consciente existe la parte inconsciente. Son dos partes claramente diferenciadas entre ellas. Las emociones en general, como los deseos, se originan y proceden de la parte inconsciente. Además, la parte inconsciente sabe más que la consciente, tanto de uno mismo como de los demás, puesto que sabe lo que la conciencia más mucha más información que queda oculta a ésta.
Es por ello, interpretar el lenguaje del cuerpo, o interpretar los tonos de voz, quedan relegados al inconsciente. Sólo con entrenamiento o esfuerzo consciente, uno puede interpretar y darse cuenta de cosas que permanecían ocultas a tu parte consciente. Como por ejemplo, el que alguien se mueva de tal manera o que se ría de tal otra, nos está mostrando una sensibilidad especial, o una frialdad de carácter, o nos molesta sobremanera o cualquier tipo de sensación.
También pienso que el inconsciente aprende, y cuando ya has conocido a gente similar, reconocemos esas cualidades con más facilidad.
Por ello puedo decir que me he cruzado con muchos tipos de personas a lo largo de mi efímera vida. Y he localizado en casi todas los puntos anteriormente descritos, situando a cada persona en su debido sitio.
Pero también tengo que confesar que hay personar que nunca he sabido cómo clasificar ni dónde situarlas. Personas que bajo mi punto de vista, por su personalidad desestructurada, por su enfática manera de ocultar su forma de ser o por la carencia de sentido no he podido comprender.
Aunque pensándolo un poco, quizás esa carencia no la sepa resolver, porque yo mismo la sufro.
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