¡Quiero vivir! ¡Debería haber amado! !Tenía que haber hecho...¡ ¡Demasiado pronto! ¡Y si...¡ Ya es la hora. Todo acabó.
Dicho de otro modo, ¿No es bello saber que podemos amar a alguien aún cuando el amor de la otra persona no dependa de nosotros? Verdaderamente, después de estudiar el problema siguiendo el trilema de Münchhausen, no encuentro respuesta más certera que otra.
¿Es vergonzoso sentir el deseo de acercarse a alguien de quien no obtendremos nada, o es un regalo que debemos experimentar pese a su anunciado fracaso?
Es cuando vuelvo a pensar, si vivo en matrix o dónde cojones vivo. Pero no, en matrix viviría mejor. Qué duda cabe.

No hay comentarios:
Publicar un comentario