Ser aceptado socialmente es más difícil que sobrevivir en la isla de Molokai en el siglo XVIII y aún así, con todo ello, hay mucha gente que se encabezona en ser quien no es, para ser aceptado socialmente.
Esto se acentúa cuando hablamos de dinero; hay un pequeño reducto de personas que intentan demostrar a toda costa que tienen dinero, mucho dinero. Como si una persona con más dinero, fuera mejor persona o peor aún, intentando presumir de que tienen dinero. Como ya he dicho otras veces, no hay nada más triste que presumir de dinero, pero es doblemente triste si presumes de ello sin tenerlo.
No me entra en la cabeza como una persona que puede ganar 300 ó 400 euros con suerte, en un trabajo de media jornada, se compre camisas de 90 euros, pantalones de 140 euros e intentar emular quien no es con un ritmo de vida fuerte y verdaderamente insostenible para esos ingresos. Porque seamos serios, si te partes los cuernos trabajando en un mcdonald, telepizza o en sitios similares, a razón de 4 € la hora y luego intentas -sin éxito- parecer un nuevo rico, es lo que tiene: Fracasas.
Y es que a mí me parece bien que las personas sosas, las mentirosas, aquellas que dejan pasar oportunidades, las tímidas, la gente plana y carente de gracia y talento o como en este caso, la gente FALSA en cualquier de sus formas, FRACASEN. Lo digo con total convicción. Y me parece bien que los buenos vayan primero y los malos después, que los que valen triunfen y que los que no valen no lo hagan. Aunque viéndote, observándote, no me queda ni el menor atisbo de duda, que triunfar lo que se dice triunfar, no has triunfado sino todo lo contrario.
Escuchando: The Beatles - I'm a loser
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