jueves, 19 de noviembre de 2009

Un pez y un pajaro pueden enamorarse pero... ¿Dónde van a vivir? (II)

¿Qué puedo aprender de esto?
¿Cómo puedo aprender algo?
¿Por qué necesito pasar por esto?
¿Cómo he llegado hasta aquí?


Ahora, toca observar todo con otra mirada, mirar a través de otro prisma e intentar ver lo que antes no pude o no supe ver. Y no es fácil sabiendo que no se puede revertir nada aún intentándolo.
Examinar todo lo hecho y todo lo que por omisión o acción decidí no hacer, mirar comportamientos erróneos que tal vez nunca lo fueron, acciones dementes que con toda seguridad nunca debieron producirse y sobre todo, muchos gritos en silencio. Siempre en silencio. Y en silencio nada funciona.

No es sencillo intentar sacar algo positivo a todo lo que haces, de todo lo que te ha pasado. Siempre se dice que puedes aprender algo, que dentro del peor de los males, siempre hay algo bueno. Pero no siempre se sabe cómo intentarlo, mucho menos como hacerlo con meridiano éxito.

He dicho muchas veces, "Algo verdadero es algo que perdura en el tiempo".

Y es por ello que he mostrado muchas veces las evidencias de la verdad, de mi verdad, de la verdad de todos. Porque aunque muchos se empeñen, verdad sólo puede haber una, no puede haber cinco verdades iguales, ni diez verdades distintas. Sólo hay una. Nadie podrá recriminarme nada, he sido sincero y más aún honesto, y jamás me voy a sentir culpable por no sentir algo o por sentir algo, como ahora, algo que no sé muy bien qué es ni en qué contexto hacerlo encajar.

¿Puede que la falta de sentimientos, sea un sentimiento?


No actuaré como si fuera una víctima que no sabe qué le pasa. Si lo hiciera sólo reconocería que otros pueden hacerme daño. Y no les voy a dar ese gusto, al menos, hoy no. He realizado infinidad de cosas que no han sido a gusto de todos. Incluso he hecho cosas que no han sido bien recibidas por la gran mayoría de los seres bípedos que con mayor o menor esmero, me ha tocado tolerar en cercanía. No siempre lo hice con malicia, al menos a sabiendas de que así era, aunque en muchas ocasiones he hecho mucho daño tanto a personas deseducadas -que no maleducadas- como a personas que pasaban por allí. Entiéndase como se debe, uno no pasa por allí tantas veces, casualmente, hasta ver si sale perjudicado o no. Más aún cuando ves que se congratula en caso afirmativo.
Pero hay que reconocer que lo hacía bien, más aún cuando me lo proponía, aún siendo por inercia pura y dura.

¿Esto quiere decir, que aquellas personas deseducadas se ríen dentro de su propia tragicomedia, dentro de su propia espiral de alarde analfabeto mirando a los demás con recelo? Puede ser, pero yo esas relaciones acomplejadas y enfermas, no puedo resumirlas con facilidad.

El voto de confianza conmigo mismo evidentemente, acabó, y en parte porque creía o quería creer que algo podía cambiar. Y nada cambió





Escuchando: Depeche Mode - Enjoy The Silence

No hay comentarios: